viernes, 27 de agosto de 2010

VISITAS AL PALACIO DE JUSTICIA

A partir de agosto es posible descubrir el gran patrimonio artístico y arquitectónico que tiene el Palacio de Justicia de la Nación. Esto, gracias a las visitas guiadas que organiza el Ente de Turismo de Buenos Aires cada semana.
El edificio es un exponente del academicismo francés. Es fruto de la tarea del arquitecto Norbert Maillart, quien comenzó la obra en 1906 y la inauguró parcialmente en 1910.



Además de su arquitectura de columnas con finas decoraciones, techos abovedados y vitrales, a lo largo de sus siete pisos se pueden encontrar: cuadros, esculturas, mobiliario histórico, placas recordativas, bustos, expedientes de célebres personalidades de la historia argentina y banderas. De estas últimas, se destaca una réplica de la utilizada por el Ejército de los Andes en la Gesta Libertadora.
Durante el circuito, los visitantes conocen el hall principal, Patio de los Pasos Perdidos, la Sala de Audiencias, el Salón de Honor y el despacho del Presidente de la Corte. Muchos de los muebles también fueron diseñados por el propio Maillart.


Las visitas se realizarán hasta el viernes 26 de noviembre
Los recorridos empiezan en Talcahuano 550, todos los viernes a las 14.30.
La entrada es gratuita, con cupos limitados y es indispensable llevar un documento de identidad.
Para las visitas es necesaria inscripción previa: para inscribirse hay que llamar al 4114-5791 en días hábiles de 9 a 19.

DESCUBRIENDO EL TANGO… por nuestra colega Cynthia Lowe

Descubrí el Tango hace 14 años cuando una amiga me invitó a acompañarla a una Milonga, intrigada y un poco reticente, fui.
El tango estaba considerado pasado de moda y muchas veces visto como una antigua tradición, pero jamás imaginé que estaba a punto de entrar en un mundo fascinante, donde lo único que importa es la pasión y el amor por este baile único. De chica veía a mis padres bailar Tango en fiestas, pero nunca había bailado yo misma. Cuando volaba para Aerolíneas Argentina como Auxiliar de a Bordo una vez en Paris me pidieron que bailara tango, no podía creer lo que me estaban solicitando, cuando ni siquiera escuchaba tango. Tenía 20 años, todavía faltaban algunos más, para que yo lo descubriera.
Mi primer noche en la Milonga fue en el Club Almagro, de Juan Fabri y Dolores de Amo, hoy Esquina Carlos Gardel, solo observé las parejas moverse de un lado a otro en la pista, miraba extasiada sus caras de alegría y placer, elegancia y sensualidad, sus códigos, las tandas, la música, la letra, sabiendo que ese momento me quedaría grabado en la memoria por siempre y que tenia que probar esa experiencia como sea! No me olvido más de esa noche.

Empecé a tomar clases en La Ideal con Diego y Zoraida, no había tantas opciones como hoy, fui conociendo las raíces y la historia del tango; y me di cuenta que cada vez me atrapaba mas, mientras más bailo mas me gusta. Yo sabía que si no bailaba algo, no me sacarían a bailar, por lo que fui durante cuatro meses, tres veces por semana de 12 a 15 y pagaba $5.- la clase. Como La Ideal está en el centro, a esa hora iban bailarines en su hora de almuerzo, así que tuve oportunidad de bailar no solo con mis compañeros de clase, sino con algún bailarín que también venía a probar suerte con las extranjeras ya que todos se creen profesores. Después empecé a bailar los viernes por la tardecita en “La Milonga de La Ideal", se llenaba de Milongueros, era un éxito, la única Milonga de tarde y todavía esta, solo que ahora van muchos extranjeros.

Después me animé a participar de las Milongas de la noche, “Gricel” en Rioja 1180 organizado por Héctor Chidichimo. Club Almagro con Juan y Dolores. Salón Caning en Scalabrini Ortiz 1331 y el Juvenil en la Av. Corrientes. Empecé a experimentar los códigos de la Milonga, y la pasión que sentía al bailar, en ese momento exclusivo y sublime donde te enamoras por 3 minutos (lo que dura la canción); los cuerpos son uno y se deslizan en total armonía entre cuerpo, mente y alma.

También abrió mi mente y mi corazón a un mundo nuevo, guiado por sus propios códigos y valores, donde todos son respetados y aceptados.
Los invito a descubrirlo juntos, la semana que viene....

Cynthia Lowe

UN CURIOSO SITIO EN EL BARRIO DE CABALLITO: PELUQUERÍA Y BARBERÍA “LA ÉPOCA”

Miguel Ángel Barnes apodado "El Conde" fundó la Peluquería y Barbería, “La Época”, que a su vez es un museo dedicado exclusivamente a exhibir los elementos y productos de belleza característicos de este oficio antiquísimo. Para más datos, el Ford rojo con techo blanco, tapizado y llantas haciendo juego, estacionado sobre la calle Guayaquil 877, y la bacha de pie sobre la vereda, con la jarra, la toalla y la piedra para afilar navajas indican que estamos en su territorio.
Es que esta peluquería-museo cuenta también con un bar que rememora a las pulperías de antaño, con la salvedad de que aquí las mesas de café están flanqueadas por un inmenso vitrinero donde se pueden encontrar los más insólitos artículos de tocador, como el Jabón Curativo “Tinkal”, que cura y preserva la piel de las enfermedades contagiosas porque contiene principios curativos de las aguas de los lagos medicinales de la India; o el Jabón de Tocador “Verdoll”, a base de aceite de oliva y clorofila; o el Jabón de Tocador “Radico”, a base de aguas de sales radioactivas.
En el local hay, además, cremas y lociones para después de afeitar y colonias que hicieron historia, como la Atkinsons, la Ambré de Polyana, la York, la Bouquet del Rhin, entre otras, que se mezclan armoniosamente con navajas, tijeras, peines, brochas, talcos, pulverizadores, perfumeros y los más de diez mil objetos y piezas de viejas barberías que el Conde adquirió a lo largo de su vida.
En las paredes y en los espejos proliferan las publicidades de Glostora, Palmolive, Brancato, Lancaster, Pantera, Old Spice, así como muchísimas fotografías antiguas relacionadas con la profesión.
Cerca del bar-pulpería, un piano francés de 1907 está allí para quien quiera robarle algún acorde, como una pareja de turistas extranjeros que en su paso por tierras porteñas se animó a tocar una pieza musical.
Única peluquería-museo en toda América Latina, fue declarada de interés cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y lugar turístico por la Secretaría de Turismo, por lo que también es sitio elegido para la organización de encuentros culturales y bailes de tango. Abre sus puertas al público de martes a viernes en horario fraccionado y los sábados en horario corrido.
Guayaquil 877