jueves, 2 de diciembre de 2010

LA IGLESIA MÁS ANTIGUA CUMPLIÓ 300 AÑOS: SAN IGNACIO DE LOYOLA

La iglesia había comenzado a construirse en 1710 por impulso de los jesuitas luego de que a comienzos del 1600 levantaran un primer templo en lo que es hoy la Plaza de Mayo, pero que, por razones de defensa del fuerte, debió derribarse en 1661 y volver a construirse. Casi un siglo después empezó la edificación del templo que aun perdura. A su lado, los jesuitas levantaron el colegio Grande (luego San Carlos y hoy el Nacional Buenos Aires).
Entre los materiales, se emplearon piedras traídas de la isla Martín García. La nave central está flanqueada por cinco capillas, sobre las que corre una galería alta, detalle poco común, que permite una mayor capacidad.
Ello posibilitó que allí se realizaran numerosos actos e incluso cabildos abiertos y que la iglesia tuviera un papel central en la historia argentina. Por ejemplo, el retablo del altar mayor, tallado en las reducciones jesuíticas, tiene láminas de oro.
Las imágenes religiosas son de variado origen y se destaca la de Nuestra Señora de las Nieves, que se cree que es la primera que fue traía a Buenos Aires durante la expedición de Pedro de Mendoza.
En 1955, durante el conflicto entre Perón y la Iglesia, el templo fue uno de los más dañados por los incendios intencionales y parte de su valioso archivo y varias de sus imágenes se quemaron. La iglesia “oculta” otro patrimonio: bajo el edificio se conservan dos tramos de los míticos túneles de la ciudad construidos en tiempos de la colonia para escapar ante una eventual invasión extranjera.
Declarada Monumento Histórico Nacional en 1942, ante la crítica situación del templo de los últimos años, el Estado nacional aportó el 60 % de la primera etapa de restauración, cotizada en $ 12 millones. El Gobierno de la Ciudad y privados pusieron el resto para salvarlo. En ese camino se trabaja ahora.
Entre los momentos destacados de su historia, podemos contar que funcionó como Catedral provisionalde 1775 a 1791 y nuevamente en 1823. Además, fue el lugar donde se inaguró la Universidad de Buenos Aires.
Pero sin lugar a dudas, un hecho muy importante ocurrió durante las invasiones inglesas. En 1807, las tropas invasoras lograron tomar varios templos de la Ciudad, pero en este caso, fueron rechazados por los defensores. Cuando terminaron los combates, hicieron los funerales de los caídos.
Lamentablemente, durante 1955, sufrió incendios y saqueos de imágenes y archivos.


Además, en los últimos años, los problemas que le trajeron las vibraciones del tránsito en el centro porteño, obligaron a encarar obras urgentes de refacción.