viernes, 24 de febrero de 2012

27 DE DE FEBRERO: BICENTENARIO DE LA CREACIÓN Y PRIMERA JURA DE LA BANDERA NACIONAL

El 27 de Febrero de 1812, Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano mandó confeccionar la Bandera que izaría en las baterías del río Paraná, con la intención de poner sobreaviso al mundo, que existía una nueva nación.
La mandó a hacer con los mismos colores de la escarapela: Blanco y celeste.
La enseña fue confeccionada por Doña María Catalina Echevarría de Vidal y a las seis y media de la tarde del 27 de febrero de 1812 en la ciudad de Rosario, fue enarbolada por primera vez.

Y en esos colores, que Belgrano dejara a la posteridad, representaría no solo la existencia política de una nueva Nación, sino el conjunto de VALORES que representarían a esa Nación, valores que sostuvo aun a costa de su salud y de su vida.

LIBERTAD: Decía Manuel Belgrano "Debemos hacer querer a la libertad, para eso hay que hacerla conocer...no es por la fuerza que los pueblos se liberan..., porque ésta nunca deja de ser pesada, aun siendo amiga " y para eso había que EDUCAR, por eso donó sus premios para la construcción de escuelas, estableciendo un reglamento para las mismas, en donde el maestro debería ocupar el sitial de honor junto al Alcalde de cada pueblo y establecía “obligar a los pudientes a que hayan satisfacer cuatro reales al maestro por cada uno de sus hijos, hasta que se dotasen bien los fondos públicos"

IGUALDAD ANTE LA LEY: "que no se oiga ya que los Ricos devoran a los pobres y que la justicia solo es para aquellos."

JUSTICIA: “Los hombres son buenos y malos : atender a aquellos y castigar a estos debe ser nuestro objeto, ejecutándolo de modo visible para que no se nos acuse de parcialidad”

SACRIFICIO POR LA PATRIA: “ofrezco la mitad del sueldo que me corresponde, siéndome sensible a no poder hacer demostración mayor, pues mis facultades son ningunas y mi subsistencia pende de aquél, pero en todo evento sabré también reducirme a la ración de soldado si es necesario, para salvar la justa causa..."

HUMILDAD Y HONESTIDAD: “Ni la virtud ni el talento tienen precio, ni se pueden compensar con dinero, sin degradarlos. Nada hay mas despreciable para el hombre de bien...que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de los fondos públicos, que el dinero o las riquezas ya que estas son un escollo para la virtud. Si el hombre no sabe despreciarlas y se le adjudican en premio, son capaces de excitar su avaricia y la de los demás, dejando de lado el bienestar público"

La Bandera Nacional, es mucho más que un símbolo ceremonial o protocolar; reúne en sus colores ideales y valores que deben representarnos y distinguirnos.

miércoles, 15 de febrero de 2012

EL TURISMO Y LA SEGURIDAD DE TODOS

No alcanza con levantar fabulosas torres siete estrellas, o delicados hoteles boutiques, ni invertir en servicios de calidad si después no podemos cuidar del bien más preciado: la vida de las personas.
El hecho policial ocurrido en plena Plaza San Martín de la ciudad de Buenos Aires la semana pasada daba cuenta de que otro turista francés había sufrido las consecuencias de un violento ataque en un lugar público y turístico.
No es la primera vez que ocurre, ya que aún persiste en la memoria lo sucedido a aquellas dos jóvenes francesas que fallecieron en Salta el año pasado o la reciente experiencia de la estudiante australiana en El Bolsón.
Cuando hablamos en el mundo de Argentina como país turístico hacemos referencia a muchas cosas a la vez, aunque no las mencionemos. La amabilidad de nuestra gente, la calidad de los servicios, la magnificencia de los paisajes, las incomparables vivencias de las actividades que desarrolla el turista, y también de la seguridad que entraña visitar estas tierras.

La seguridad es todo para el negocio turístico. Sin seguridad el pasajero se asusta y busca destinos donde se sienta confiado de que nada le va a pasar.
No alcanza con levantar fabulosas torres siete estrellas, o delicados hoteles boutiques, ni invertir en servicios de calidad si después no podemos cuidar del bien más preciado: la vida de las personas.
La seguridad es un tema de todos, del Estado, de las Fuerzas de Seguridad, de los funcionarios de turno, de los políticos de ayer y de hoy, de los vecinos, de usted, mío. Porque todos tenemos algo para hacer por la seguridad, desde la prevención hasta la obligación de denunciarla y combatirla.
Si nos apropiamos de ese dicho francés que reza “laissez faire, laissez passer” -que traducido sería algo así como “dejar hacer, dejar pasar”-, estaremos cayendo en el famoso “no te metas” que tantas veces hemos criticado de otros pueblos.
Y si bien la seguridad bien entendida empieza por casa, en esta columna nos ocupamos de la actividad turística y por ello ponemos al turista en primer lugar, pero está claro que la inseguridad no se debería manifestar en ningún lugar.
Otros países han manifestado su preocupación por la propia condición de país inseguro, pero en ellos rara vez los turistas son blancos de actos de violencia; y cuando esto sucede los pasajeros abortan rápidamente sus reservas buscando nuevos horizontes.
Es verdad también que el promedio de ataques a turistas en nuestro país es muy bajo, pero también es cierto que existen muchos actos non santos que son cometidos escudados en la impunidad de la inocencia e incredulidad de esos mismos turistas.
Después de mucho bregar para que la actividad turística sea política de Estado, y de lograr instalarlo como motor de las economías regionales, entendamos que el turismo también puede ser el motivo más fuerte para alcanzar la seguridad que todos anhelamos.

Fuente: www.mensajeroweb.com.ar