
En el Colón se percibe un intenso ritmo de trabajo: en la sala están presentadas todas las butacas de las plateas, ya retapizadas y con la chapa de bronce trabajado que identifica con un número cada ubicación. Los palcos tienen sus sillas también retapizadas en pana y alfombras y cortinados con bordados y flecos elaborados de Florencia y Nápoles, en Italia.En el foyer, transición entre el ingreso y la sala principal, relucen las paredes de estuco, igual que los basamentos de mármol y las escaleras. Allí trabajan, artesanalmente y en detalle, un equipo de restauradores.
Los profesionales a cargo de la restauración estiman que para los ensayos se podrá contar con el foso, en donde tocará una orquesta. Dicen que de estos ensayos solo participarán técnicos y gente relacionada con los trabajos.
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