sábado, 1 de agosto de 2009

EL BARRIO CHINO YA TIENE UN ARCO DE INGRESO



Se trata de una donación simbólica de un arco de ingreso de 11 metros de alto y 8 de largo, emplazado sobre la calle Juramento en la esquina con Arribeños, a la altura del acceso al barrio chino en el barrio de Belgrano.
Es un obsequio que simboliza la amistad y la gratitud por el buen recibimiento que le dio la Ciudad a la comunidad china.
La donación fue realizada por la entidad Asociación Unificación Pacífica China en Argentina y consiste en una obra que representa las tradiciones de la cultura milenaria de la nación asiática. Fue diseñado con una estructura de mármol a la vista y tiene tres niveles de tejas, una columna de cemento y dos leones de piedra tallada.
Es un arco que identifica el ingreso al barrio chino en las ciudades más importantes del mundo.
El barrio chino o Chinatown es un área entre la Avenida Juramento, la Calle Arribeños, la Avenida Monroe y la calle Montañeses, a metros de la estación Belgrano "C" del ferrocarril.
La zona surgió alrededor de la década de 1980 con el establecimiento en el barrio de familias de inmigrantes chinos y taiwaneses.
Es visitado por su oferta gastronómica y cultural: restaurantes, supermercados de productos orientales, excelentes pescaderías y verdulerías, locales de manga y animé (historieta y video japoneses), objetos de decoración, etc. En la zona se encuentra, entre otras instituciones religiosas, uno de los pocos templos budistas de la ciudad (Templo Chong Kuan, Montañeses 2175).

ME QUEDÉ EN PAMPA Y LA VÍA...
Para llegar al Hipódromo Nacional, que entre 1887 y 1911 funcionaba en la zona del "bajo Belgrano" comprendido por las calles Libertador, Monroe, Rubén Darío (prolongación de Campos Salles) y vías del Ferrocarril Belgrano, los aficionados viajaban en los tranvías que llegaban hasta la Av. Vertiz y La Pampa, y de ahí en adelante el camino había que recorrerlo a pie.
En 1895, Carlos Wright, incorporó un ramal llamado "La Combinación" que partía de Pampa y Vertiz, iba por Pampa hasta la calle Blandengues (hoy Libertador) hasta Republiquetas, con lo cual pasaba por el Hipódromo Nacional. De Pampa al Hipódromo se pagaba un boleto de ida y vuelta de 10 centavos.
Era muy común que luego de no acertar ninguna carrera no se tuvieran los otros 10 centavos para tomar el tranvía para el centro. Eran muchas las personas que se quedaban varados en Pampa y la vía del ferrocarril.
Se cuenta que por el año 1900 un hombre que volvía del hipódromo sin un centavo empezó a interpelar a la gente "Señor, me quedé en Pampa y la vía; ¿Puede ayudarme para volver a mi casa?".
Es así como nació en Belgrano el famoso dicho: "Estar en Pampa y la vía". Es una de las formas más gráficas del porteño de admitir que no tiene un peso o de gritar su condición de arruinado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario