En la
colectora de la Avenida General Paz, en el límite con Provincia, se
pueden observar unos objetos de hierro fundido, instalados algunos en las
veredas, en las esquinas o empotrados en la pared. Son mojones que
tienen una gran importancia histórica, a pesar de que ahora pasan
inadvertidos o son observados con cierta indiferencia.
Mojones
La palabra deriva
del hispano-latín Mutulus, cabeza sobresaliente de una viga. Voz, quizás tomada
del etrusco y probablemente con parentela en vasco: muturr, hocico, morro.
El amojonamiento es
el acto de colocar hitos, mojones o cualquier señal que indique los
términos, límites o líneas divisorias del territorio.
En 1824 se
especificó que se debía utilizar para amojonar la piedra sillar, pero como este
material era escaso en el país, a partir de la segunda mitad del siglo
XIX, se adoptó el hierro.
Mojones de la General Paz
La Avenida General Paz tiene una forma poligonal que está
determinada por los mojones A, B, C, D, E que se colocaron en los puntos de
quiebre de la línea de circunvalación.
Cada mojón tiene una altura aproximada de 0,80 y un
ancho de 32 cm por lado. De un lado tienen la inscripción “Capital Federal” y
del opuesto “Provincia de Buenos Ayres”. Un tercer lado indica el
kilometraje y en el opuesto el número de mojón.
Del total de mojones colocados hoy quedan tan sólo 10.
Subsisten dos que tienen la rareza de estar empotrados en la pared. Como dato
curioso se puede decir que el vecino duerme y vive en la provincia, pero cuando
sale de su casa ya está pisando en territorio capitalino.
Fuente: www.barriada.com.ar Por Susana Boragno publicada en el Diario La Nación, Suplemento Campo- Rincón
Gaucho el 30 de noviembre de 2013
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