Yo, poeta popular, provinciano, pajarero / fui por el mundo buscando la vida / pájaro a pájaro conocí la tierra. “El poeta se despide de los pájaros”. Pablo Neruda
La observación de aves es una actividad ecoturística en pleno crecimiento en todo el mundo y también en nuestro país, que ofrece cada vez más alternativas a un creciente número de seguidores.
Así, unos 80 millones de personas viajan por el mundo cada año para observar y admirar aves, una mezcla de hobby, pasión y actividad científica que todo el mundo puede practicar. En el hemisferio la primavera es la mejor época para hacerlo.
Algunos datos:
- En 2012, según la Encuesta de Turismo Internacional, 20.623 turistas extranjeros que ingresaron al país declararon venir específicamente a observar aves, y en 2011 habían sido 26.213.
- Casi 15% de los visitantes internacionales que llegaron a la Argentina el último año realizaron actividades relacionadas con experiencias en medios naturales (la segunda actividad en importancia, después del tango), y esto incluye como una de las principales, claro, la observación de aves en sus hábitats naturales. Aunque en la Argentina la mayoría de los observadores de aves aún son extranjeros, cada vez más argentinos se interesan por la actividad. Se estima que la cantidad de observadores de aves en nuestro país ya supera las 30.000 personas, y sólo la asociación Aves Argentinas –la autoridad principal en la materia– cuenta con más de 2.100 socios y 71 Clubes de observadores de Aves (COAs), una red nacional que cubre 21 provincias.
- Esta asociación, junto con el Ministerio de Turismo de la Nación, desarrollaron el programa “Aves y Turismo”, con el objetivo de consolidar al país como destino ornitológico y generar incentivos para los habitantes locales.
- Iguazú y Patagonia son los sitios más elegidos para practicarla. Iguazú, con 418 especies registradas, 58 exclusivas, posee la mayor diversidad de aves del país. Y la Patagonia, por sus características, suele dividirse en: extremo sur (Santa Cruz, Tierra del Fuego), región de los lagos (de Esquel a San Martín de los Andes) y Península Valdés, donde anidan pingüinos y se encuentra la Isla de los Pájaros, sitio de gran valor biológico que es área reproductiva de diez especies de aves marinas y costeras.
- Aves Argentinas identificó en todo el país 273 “Áreas Importantes para la Conservación de las Aves” (AICAs), que representan el 12% de la superficie total del territorio, y la diversidad de geografías y climas de la Argentina contribuye con la diversidad: desde cóndores en las montañas hasta pingüinos en las costas; de flamencos en la Puna a tucanes en la selva.
Otros sitios importantes:
- Esteros del Iberá (Corrientes): con una superficie de 1,3 millón de ha, es el área protegida más grande del país, y alberga unas 350 especies, más del 90% nativas o autóctonas de la región.
- Parque Nacional Chaco: en el Chaco húmedo, de gran heterogeneidad de ambientes, hay al menos 209 especies registradas. La subregión de esteros, cañadas y selvas de ribera hace que la composición de la avifauna cambie mucho en pocos kilómetros.
- Ceibas (Entre Ríos): sus características naturales –llanura, abundante agua, vegetación– permiten ver gran cantidad de especies en poco tiempo.
- Punta Rasa (San Clemente del Tuyú): a partir de agosto a estas playas, al sur de la bahía de Samborombón, llegan desde el hemisferio norte miles de chorlos, playeros y gaviotines migratorios. Hay un centro de interpretación.
- Reserva y laguna de Mar Chiquita: en la provincia de Córdoba, es el humedal de mayor importancia en el Chaco sudamericano, con más de un millón de ha. Declarado sitio Ramsar –humedal de importancia internacional– debido a la productividad biológica de la laguna y la llanura circundante, gran cantidad de aves migratorias utilizan el ecosistema como parada en su largo viaje. Se censaron miles de falaropo común, pitotoy chico, playerito rabadilla blanca, chorlo pampa, entre muchos otros.
En Buenos Aires:
- Reserva ecológica Costanera Sur: es un sitio Ramsar que alberga unas 300 especies.
- Facultad de Agronomía y Veterinaria: en el predio viven en forma permanente más de veinte especies de aves, la mayoría nativas, y en forma temporaria un número similar de especies migratorias.
- Reserva ecológica Vicente López: ubicada a la altura de Av. del Libertador al 4000, tiene 3,5 ha, centro de visitantes, un pequeño museo y senderos con 750 m de recorrido. La entrada es libre, y los sábados hay salidas de observación. Se identificaron preliminarmente unas 150 especies.
Algunas sugerencias para la observación:
Equipo básico. Guía de aves del lugar y binoculares. Las guías incluyen fotos, dibujos y descripciones de cada especie, y se consiguen en librerías. En binoculares, se recomiendan tres tipos: 7x42, 8x30 y 10x50. El primer número es la cantidad de veces que la lente acerca el objeto; el segundo marca el campo de visión. Los observadores, además, llevan una libreta de campo para ir anotando lo que ven.
Horarios. Los mejores momentos son a la mañana temprano (6.30 a 11) o luego de las 17.
Etiqueta. Vestirse con ropa cómoda y de colores apagados, evitar accesorios ruidosos o brillantes y usar botas de goma por si se camina en zonas con agua.
Silencio y atención. Formar grupos de no más de tres personas, hablar siempre en voz baja y entrenar los oídos; la primera pista de un ave cercana suele ser su canto.
Conocimiento. Es recomendable hacer un curso de iniciación antes de la primera salida. Aves Argentinas ofrece uno de 12 clases, que cuesta $ 400 (los días 2 y 3 de noviembre habrá dos cursos intensivos, uno para adultos y otro para niños). Siempre es aconsejable salir con guías locales que conozcan la geografía y sitios predilectos de las aves.
* Para tener en cuenta:
De las más de mil especies de aves silvestres de la Argentina, 113 se encuentran en peligro de extinción. Esto es el doble que en la década de 1990.
INFORMACIÓN
Aves Argentinas: 4943-7216
Fuente: clarín.com