Antes de salir a la cancha por primera vez, los caballos de polo son entrenados con un proceso de doma, a cargo de un domador profesional, que tiene como objetivo principal dejar al animal apto para la práctica del polo.
¿En qué consiste el proceso de doma?
Por doma se entiende al período de tiempo durante el cual un caballo es amansado, adiestrado y entrenado para un determinado fin. El tipo de procedimiento que se aplique va a depender de cual sea el objetivo: domar un caballo para polo, para carreras, o para equitación.
En el proceso de doma de un caballo de polo entran en juego dos grandes factores: el animal, con sus características propias (tanto su genética, como su carácter) y el domador (con su estilo propio). Será fundamental el vínculo y la
confianza entre ambos para obtener los resultados esperados: convertir estos animales en caballos dóciles y atletas, pero también, fuertes y resistentes.
¿Cuánto tiempo dura?
No hay un acuerdo acerca del tiempo que demanda, este dependerá fundamentalmente de la actitud del animal, aunque se estima que la doma de un caballo de polo “tipo” lleva, por lo general, de cinco a siete meses.
¿Cuál es la técnica que se aplica?
No hay una única técnica de doma, sino que estas han ido variado con el tiempo y la experiencia de cada domador. De todos modos, se podría decir que, en los últimos años se ha evolucionado de una “doma tradicional” hacia una “racional o inteligente” en la que se busca el amansamiento y aprendizaje del caballo sin recurrir a la fuerza, trabajando aspectos mas ligados al temperamento del animal. Este cambio en el sistema de doma respondió, principalmente a un cambio de necesidades y a la profesionalización del polo y por ende, de los caballos.
¿Cuántas etapas tiene el procedimiento de doma?
El proceso comienza con el amansamiento del caballo a fin de de iniciar el contacto con su domador. Cuando este vínculo está afianzado, se inicia el proceso de doma basado en la enseñanza de los movimientos del polo. Se entrena al animal para que aprenda los cambios de ritmo, a frenar, a doblar, a recular, a entender la presión de las piernas del jinete sobre sus costados, a trabajar en equipo. Se le enseña también el uso de las riendas, del bocado, y a familiarizarse con el taco y la bocha. Durante todo este proceso de adiestramiento físico, el domador también va trabajando el carácter del animal para que pierda los miedos, gane confianza y entienda lo que se le va a pedir en la cancha con anticipacion.
¿Qué otros factores influyen en el proceso?
Para obtener los mejores resultados es fundamental que este aprendizaje se sostenga sobre un trabajo personal y artesanal en el que abundan las caricias y el buen trato al animal. Asimismo, la clave que asegura el éxito de este proceso es que el caballo esté sano, bien alimentado y descanse lo suficiente.
Argentina, país que se ha convertido en sinónimo de polo, tiene una larga tradición en la doma de caballos de polo y grandes domadores que han profesionalizado esta actividad.
Celia Alfie celia@argentinapoloday.com.ar
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