La elegante tienda Harrod’s reabrirá sus puertas al público en 2013.
Más de una década con sus persianas bajas volverá a iluminar el microcentro porteño.
La tienda fue inaugurada el 31 de marzo de 1914, en el marco de las grandes tiendas de Buenos Aires que abrieron sus puertas entre 1905 y 1915 (Gath & Chaves, Las Filipinas y El Niño Argentino). La esquina de Córdoba y Florida fue el símbolo de la belle époque porteña. Empezó su decadencia en los ‘90 con la apertura de los shoppings. Fue cerrando piso por piso, hasta que en el ‘98 bajó la persiana definitivamente.
El edificio de la antigua tienda fue construido con materiales importados y sin ahorrar ningún lujo, tal como lo demostraban sus pisos de cedro o sus imponentes escaleras de mármol. En Harrods se encontraban magníficas vidrieras que podían ambientar un bistró francés o una calle romana. Lo más exclusivo de la sociedad porteña de la época acudía a Harrod's para comprar ropa, muebles, joyas y todo tipo de productos de alta calidad y última moda.
Más de una década con sus persianas bajas volverá a iluminar el microcentro porteño.
La tienda fue inaugurada el 31 de marzo de 1914, en el marco de las grandes tiendas de Buenos Aires que abrieron sus puertas entre 1905 y 1915 (Gath & Chaves, Las Filipinas y El Niño Argentino). La esquina de Córdoba y Florida fue el símbolo de la belle époque porteña. Empezó su decadencia en los ‘90 con la apertura de los shoppings. Fue cerrando piso por piso, hasta que en el ‘98 bajó la persiana definitivamente.
El edificio de la antigua tienda fue construido con materiales importados y sin ahorrar ningún lujo, tal como lo demostraban sus pisos de cedro o sus imponentes escaleras de mármol. En Harrods se encontraban magníficas vidrieras que podían ambientar un bistró francés o una calle romana. Lo más exclusivo de la sociedad porteña de la época acudía a Harrod's para comprar ropa, muebles, joyas y todo tipo de productos de alta calidad y última moda.
(Foto: Una vidriera de Harrod's, de la década del '40)
El edificio en sí mismo remonta a la época de esplendor de una calle Florida elegante, punto de encuentro obligado para pasear, comprar y distraerse. En su interior, albergaba desde una calesita, una peluquería hasta un majestuoso salón de té. Con el tiempo cayó en el abandono, como consecuencia de las distintas crisis económicas, institucionales y políticas del país. A comienzos de los años ‘90 se registra un primer intento de recuperar alguno de sus espacios. Así, los días sábados funcionó en el cuarto piso una galería de arte. Y ese antecedente de organizar allí distintas exhibiciones artísticas, retomó con fuerzas en estos últimos tiempos en un intento de volver a darle vida a ese edificio abandonado que tanta memoria de la ciudad de Buenos Aires guarda.
En este marco, fue sede de uno de los eventos de artes plásticas más importantes de los últimos tiempos, llamado “Arte Vivo”.
En este marco, fue sede de uno de los eventos de artes plásticas más importantes de los últimos tiempos, llamado “Arte Vivo”.