viernes, 26 de agosto de 2011

UN CONVENTILLO CON EL NOMBRE DE UN SAINETE MUY POPULAR




El barrio de Villa Crespo, gracias a la iniciativa del Intendente de su mismo nombre (Don Antonio Crespo) propuso la radicación de la industria del cuero al final del siglo XIX y comienzos del XX.
Este hecho significó el éxito económico de la zona y la absorción de la gran oferta de mano de obra operaria disponible formada por la gran inmigración internacional.
En 1886 se radica la fábrica denominada “La Nacional de Calzados” ubicada en la calle Murillo, que aún hoy conserva su imponente fachada.
Como la cantidad de operarios de la fábrica era muy grande y el transporte era caro para esa clase trabajadora, los dueños de la empresa concibieron crear viviendas cercanas a la misma. A tal efecto el gerente de “La Nacional”, Salvador Benedit, encargó la construcción de una casa para vivienda de sus empleados y sus familias. Así nace el Conventillo de la Paloma, que entonces se llamaba “El Nacional”. Con ingreso por la calle Serrano al100 y también por Thames, a la misma altura, ya que la construcción se extendía a los 100 metros de la manzana. La construcción contaba con un patio lateral y ciento doce habitaciones con una cocina agregada en su frente. Los cuartos estaban ubicados a lo largo de dos pasillos angostos en la planta baja y una planta alta a la que se accedía por escaleras. Tenía también un patio lateral, pero las condiciones sanitarias y de hacinamiento eran graves.
Se cambia el nombre “del Nacional” por el de Conventillo de la Paloma, porque según se cuenta en el anecdotario del barrio de Villa Crespo, una inquilina muy bella y con un vestido blanco descendía por las escaleras, significando para aquellos operarios cansados del trabajo diario el mejor espectáculo para su esparcimiento, llamándole la Paloma.
Este personaje es el que rescata Don Alberto Vacarezza (1888 – 1959) y recrea en su gran sainete (teatro popular) estrenado en 1929.

El inmueble, actualmente está habitado por varias familias y en pésimo estado de conservación.
La Junta Barrial e Historiadora de Villa Crespo logró evitar su total demolición a través de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Presentó un proyecto de ley de protección estructural, que fue aprobado por la Legislatura Porteña en 2004. Y tiene presentado un proyecto de expropiación para su utilización socio-cultural y turística, como complemento del circuito turístico barrial que fue declarado de interés para la Ciudad de Buenos Aires en 2009.

Serrano 156

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