El turismo antártico, que la última temporada registró un afluencia de 35.000 visitantes, está repuntando tras la caída experimentada tiempo atrás y ya factura unos 300 millones de dólares (230 millones de euros) al año.
Los cruceros antárticos, se concentran casi exclusivamente en la ciudad argentina de Ushuaia, mientras que al otro lado del canal de Beagle, la localidad chilena de Puerto Williams no explota aún el atractivo de ser la localidad más austral de América.
Las actividades en el "continente helado" están sujetas a regulaciones derivadas de la evaluación del impacto ambiental, la protección de la flora y la fauna y la gestión de los residuos.
Las actividades en el "continente helado" están sujetas a regulaciones derivadas de la evaluación del impacto ambiental, la protección de la flora y la fauna y la gestión de los residuos.
El desarrollo del turismo en esta zona del planeta fue posible gracias al Tratado Antártico, firmado en Washington en 1959, cuyo principal propósito es que este territorio se utilice exclusivamente para fines pacíficos y que no sea escenario u objeto de disputas entre los países.
Con 14 millones de kilómetros cuadrados, las temperaturas más bajas del planeta y vientos de hasta300 kilómetros por hora, la Antártica posee la mayor reserva de agua dulce de la Tierra y el 90 por ciento de todo el hielo del planeta.
Estas características la dotan de un exotismo que despierta el interés de numerosos amantes de la aventura que empezaron a llegar en los años cincuenta.
Pero la expansión de la industria turística es bastante reciente, ya que en la temporada 1992-1993 el número de visitantes apenas alcanzaba los 6.700 y en la de 2008-2009 ya superaba los 45.200.
El hundimiento de una nave en 2007 y que encallaran dos cruceros en la temporada 2008-2009 determinó la prohibición de que los transatlánticos operaran con crudo pesado, una restricción que provocó un considerable bajón hasta que los ferrys hicieron ajustes técnicos en sus motores.
Expertos consultados por Efe, como el director del Instituto Antártico Chileno, José Retamales, estiman que el turismo no representa una gran amenaza" para el continente blanco "porque es una actividad que va a permanecer relativamente controlada"
Y por ello en la temporada 2012-2013, el número de turistas ha vuelto a superar los 35.000, lo que ha supuesto un aumento del 32 por ciento con respecto al año anterior.
La mayoría de los visitantes proceden de Estados Unidos (33,9 %), seguidos de Australia (11,1 %), Alemania (8,8 %), el Reino Unido (7,7 %), Canadá (6,1%) y China (4,4%).
Con 14 millones de kilómetros cuadrados, las temperaturas más bajas del planeta y vientos de hasta
Estas características la dotan de un exotismo que despierta el interés de numerosos amantes de la aventura que empezaron a llegar en los años cincuenta.
Pero la expansión de la industria turística es bastante reciente, ya que en la temporada 1992-1993 el número de visitantes apenas alcanzaba los 6.700 y en la de 2008-2009 ya superaba los 45.200.
El hundimiento de una nave en 2007 y que encallaran dos cruceros en la temporada 2008-2009 determinó la prohibición de que los transatlánticos operaran con crudo pesado, una restricción que provocó un considerable bajón hasta que los ferrys hicieron ajustes técnicos en sus motores.
Expertos consultados por Efe, como el director del Instituto Antártico Chileno, José Retamales, estiman que el turismo no representa una gran amenaza" para el continente blanco "porque es una actividad que va a permanecer relativamente controlada"
Y por ello en la temporada 2012-2013, el número de turistas ha vuelto a superar los 35.000, lo que ha supuesto un aumento del 32 por ciento con respecto al año anterior.
La mayoría de los visitantes proceden de Estados Unidos (33,9 %), seguidos de Australia (11,1 %), Alemania (8,8 %), el Reino Unido (7,7 %), Canadá (6,1%) y China (4,4%).
Fuente: www.mensajeroweb.com.ar
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